Jueves 6/11/2018.

NOS CENTRAMOS EN LA INFANCIA.

Hola a todo el mundo, tras unas semanas de descanso debido a los días festivos hoy hemos retomado las clases de animación sociocultural, cuyo tema principal ha sido la animación sociocultural en la infancia. Cuando hablamos de animación sociocultural en este periodo lo primero que se nos viene a la mente es la participación, la socialización, educación, valores y principalmente el juego.

Ya que la manera principal de socializar de los menores es mediante el juego, y por lo tanto, es la herramienta principal que se utiliza en la animación sociocultural durante estas primeras etapas de vida. El juego no es fundamental única y exclusivamente en la infancia, sino que es una herramienta que el ser humano utiliza a lo largo de su vida, ya que citando al gran George Bernard Shaw “No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar”.

Es importante delimitar el tiempo que ocupa o puede ocupar la animación sociocultural en la infancia, ya que esta pertenece a la educación no formal, por lo que ocupa el tiempo libre o de ocio. Que esto queda relegado a cuando los menores salen de la escuela. Pero qué es el tiempo de ocio en nuestra sociedad, debido a la sociedad capitalista en la que vivimos el tiempo de ocio suele delimitarse o asociarse a tiempo de consumo, en el cual para poder socializar debemos gastar dinero. Uno de los ejemplos principales de esto y que más conocemos son las ludotecas. Pero desde la animación sociocultural se busca educar a través del ocio y los valores para poder crear ya desde pequeños redes que en un futuro promoverán la participación ciudadana. Lo cual nos hace replantearnos por qué entonces no se plantea una oferta, o una mayor oferta de ocio a nivel público, con la creación de espacios públicos y profesionales que fomenten este tipo de ocio, que busca la animación sociocultural.

Sí que es cierto que conocemos algunos ejemplos como el de Alaquás, Alfafar y Quart de Poblet que están invirtiendo y ofreciendo espacios públicos y creando redes para los menores, este último centrándose en crear tejido social y no únicamente actividades, pero cabe destacar que estos espacios y redes se centran fundamentalmente en la juventud, dejando al margen a los menores que se encuentran en el periodo de la infancia.

Esto en parte es debido a que la infancia no se ve como un problema social, y la juventud sí. Volviendo a destacar el juego remarcaremos que no tiene una finalidad en sí misma, sino que el objetivo es disfrutar de este, tiene un fin en sí mismo y múltiples características educativas. En una sociedad como la nuestra en la que prima el individualismo y el dejar de lado el ocio colectivo, el juego en su sino, como herramienta socializadora, como vía de escape a la ajetreada sociedad en la que vivimos, como momento de placer y diversión es fundamental para el ser humano, y no deberíamos enmarcarlo solamente en la infancia, sino que deberíamos emplearlo a lo largo de nuestra vida.